¿Qué es el sistema del complemento?
Es un conjunto de proteasas y factores solubles distribuidos por todo el organismo, sintetizados y secretados por diferentes células ante diversos estímulos, como las citocinas y hormonas. Forma parte de la respuesta inmunológica innata.
Sus funciones incluyen:
- Opsonización, que facilita la destrucción de agentes patógenos por fagocitosis.
- Acción citolítica, que permite la eliminación de bacterias, células dañadas y transformadas.
- Potenciar la respuesta inflamatoria.
- Depuración de complejos inmunológicos.
El sistema del complemento incluye más de 30 proteínas solubles o de superficie. Algunas de estas moléculas se denominan componentes y se designan con la letra C y un número para identificarlos (C1 a C9). Estos componentes suelen ser zimógenos. Para activarse requieren escindir una porción proteica de bajo peso molecular de una con mayor peso molecular, utilizando la nomenclatura de a y b, respectivamente (por ejemplo C4a es la parte de mayor peso molecular y C4b es la parte de menor peso molecular). La única excepción de esta nomenclatura es C2, puesto que la parte C2a es la de mayor peso molecular.
Por otro lado también encontramos factores como el CD55 o DAF, el factor B, el factor P, el factor H y las glucoproteínas plasmáticas, formadas por 20 CCP. También hay enzimas como las MASP o serin-proteasas asociadas a la lectina que une manosa.
Vías de activación del complemento.
Existen tres vías de activación del complemento: la clásica, la alterna y la vía de las lectinas. Todas estas vías se diferencian por el tipo de moléculas que inician la cascada de activación, y todas generan C5 convertasa, que varía en su conformación de acuerdo con la vía a la que se asocia. La C5 convertasa de la vía clásica y de las lectinas está conformada por C4bC2aC3b; mientras que la de la vía alterna es C3bBbC3b. Se da así la activación de C5 y, a partir de la formación de C5b, se inicia el MAC o complejo de ataque a membrana.
La vía clásica se inicia por la activación del complejo C1, debido a la unión de C1q de forma directa sobre la superficie del patógeno o por reconocimiento de complejos antígeno-anticuerpo.
La vía de las lectinas se activa por el reconocimiento de residuos de manosa en la superficie de bacterias o virus, por medio de la MBL y la ficolina.
La vía alterna se inicia cuando un componente del complemento, C3, se activa de forma espontánea y se une a la superficie de un patógeno.
Ferat Osorio, E., Arriaga Pizano, L.,
& Isibasi Araujo, A. (2016). Sistema del complemento. En L. Pavón Romero,
M. C. Jiménez Martínez, & M. E. Garcés Alvarez, Inmunología molecular,
celular y traslacional (págs. 86-105). Barcelona: Wolters Kluwer.

Buen diseño.
ResponderEliminarMuchas gracias. :D
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